El cine como ilustración del amor

Desde la comedia de los sexos, pasando por los semblantes o la mediación del falo, hasta la ausencia de relación sexual, el caballo de Troya de los géneros o la discordia entre los sexos, la enseñanza de Lacan ofrece diferentes nudos o ángulos que permiten una práctica diferente pero, sobre todo, la posibilidad de una interpretación del lazo social, de la discordia de los lenguajes1.

Un vez que las máscaras de los enamorados caen tras el baile de la ópera2, lo real se muestra. Gracias, en última instancia, a la posición femenina y al cinismo3que conlleva, se evidencia el semblante que habita el amor, tanto en él como en ella. Un amor que, como sabemos, suple la relación sexual que no existe.

Lacan encuentra, aquí y allá, en el arte, la ciencia o la filosofía lo que interesa a la clínica de lo real y la epistémica. Las artes, además, llevan la delantera al psicoanálisis, como sabemos. A partir del estudio del mito de la Caverna deduce que a Platón le hubiera encantado el cine y que el propio mito puede presentarse como su primer antecedente. Lacan afirma que es el cine, más que ninguna de las otras artes, el más apropiado para la custodia y la ilustración del amor.

El amor y su lado oculto, el estrago, están entretejidos en el Haiuno del goce singular femenino. La pérdida de amor en la mujer, los líos amorosos y las constantes discrepancias entre hombres y mujeres plagan una gran mayoría de títulos en la historiografía fílmica a lo largo del siglo XX y XXI. Sin embargo, hay distancia entre Bringing Up Baby (La fiera de mi niña, 1938) de Howard Hawks y Her (2013) de Spike Jonze, solo por poner un ejemplo.

Algo las une: lo real del goce y el objeto, sea voz o hueso. Al mismo tiempo, ambos textos fílmicos evidencian las variantes que introduce el lazo social en las diferentes formas de amor y relaciones entre los sexos y, aunque la búsqueda del amor quizás sea siempre la misma, las vías han mutado de manera vertiginosa. Tanto que, a pesar de la innegable feminización del mundo, las parejas de las comedias románticas y las actuales ofrecen la misma distancia entre el rechazo a la mujer, con la actualidad de las comedias de solteros en series y películas, a la pareja síntoma y el empuje al goce mortífero de la adicción en la actualidad.

Estos cambios son también los de la técnica. La progresiva digitalización del cine y su manera de consumirlo se sitúan en paralelo a las nuevas formas de amor. El entorno digital tiene implicaciones cruciales en la reconfiguración de la identidad, y la representación como simulacro, y el lazo social, la socialización, la popularidad o las salas de cine. La distancia entre el autoerotismo al que la cultura del narcisismo actual conduce (Her) y la distancia con el amor de enredo y erotómano de mediados de siglo pasado (La fiera de mi niña) es también manifiesta.

Las nuevas tecnologías, la digitalización del cine, tanto como la digitalización del amor, han variado las relaciones mediante una ampliación del propio concepto para ocultar, precisamente, que la relación sexual no existe.

El repertorio de posibilidades del amor aumenta: el amor a distancia prolongado en el tiempo, el encuentro sexual entre dos o más personas consumado de antemano, las relaciones sexuales esporádicas abiertas, homosexuales o no. Relaciones desechables, sin intimidad y dispuestas al consumo propuesto por la pornografía y las infinitas aplicaciones de citas,…

En paralelo podemos situar la extensión de formas de producir o ver cine, hoy mutado en series de TV consumidas bajo demanda y según la crítica de las redes sociales, el abandono de las salas por los espectadores que se refugian en Festivales o Centros de cultura, la visualización en pequeña pantalla del ordenador, el consumo discrecional y sin coste alguno mediante la Red y plataformas gratuitas, el desprecio por la autoría,…

Todo ello pone en evidencia la No relación, el Uno del goce, llevado en la actualidad al paroxismo de la adicción, y la presencia masiva de objetos letosas4, como llamó Lacan a los nuevos artefactos producidos por la técnica para el consumo diario.

Notas:

  1. Lacan J, "Función y Campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Escritos 1, Siglo XXI, México 1985.
  2. Lacan J. “El Otro barrado”. 15.1.80 WAPOL_AMP.
  3. Laurent E., “Posiciones femeninas del ser”. Buenos Aires, Tres Haches, 1999.
  4. Lacan J., “El reverso del psicoanálisis” (1970). El seminario. Libro 17, Paidós, Buenos Aires. 2002.

 

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