El cine interpreta el malestar contemporáneo y hace su propia lectura de la condición humana. Es un vehículo que, en muchos casos, da cuenta de la enseñanza de Lacan sin saberlo. Se trata de usar el cine en la dimensión que el director le dio. No para hacer un análisis de los personajes, sino para dar cuenta de la teoría psicoanalítica. Hay que saber que no existe “la” explicación de la película a la manera de los pos-freudianos.
El cine es un magnífico exponente de la puesta en escena del tema de nuestras próximas Jornadas: “la discordia entre los sexos”.
Ya desde sus inicios, en el cine mudo, aparecían las dificultades de esa relación imposible entre los sexos y cómo cualquier excusa es buena para sostener el partener-síntoma como medio de goce. Un goce que puede llevar a la violencia, al desprecio o la degradación, pero también al amor y a lo sublime que el cine nos hace ver:
¿Podemos decir que ha cambiado algo “la discordia de los sexos” a lo largo de la historia del cine? ¿La discordia continúa pero sus formas son distintas?
Os invito a mandar vuestras aportaciones (máximo 3.500 caracteres), a inspiraros en alguna película o serie de culto que de cuenta de algún punto de la enseñanza de Lacan. Alguna reflexión epistémica sostenida por una escena que se anude con la discordia, la imposibilidad, el amor…
Los textos enviados para publicar en Escenas de lo imposible se dirigirán a:
Olga Montón: olga.monton.al@gmail.com